El cielo estuvo incrible anoche, con martina hicimos pim-pon por varios "antros" como les dice cruz. Habíamos salido por que había un espectaculo interesante en uno de esos antros a los que concurrimos, un espectuculo muy bueno, que como nunca, comenzó puntualmente, y a nosotras que se nos ocurrió llegar para los aplausos. Frustradas por no poder aver visto tal espectaculo, rumbiamos hacia nuestro barcito de siempre, que no es para nada "antro", pero las malas lenguas... pedimos unos tragos los cuales eran puro licuado, y salimos ofendidas y sobrias como nunca, salimos protestando y decididas a comprar un chocolate, por que ya se sabe que a ciertas horas pinta el hambre, pero entonces escuchamos música, un rock pegadiso y bailable. Como los perros de carrera detras del conejo mecánico, seguimos el olor a rock hasta la puerta de este nuevo (para nosotras) antro, justo unos pibes salían medio corriendo, y un mozo salió gritando - ¡Son setenta y cinco! HEU!!! PALACIO, SON SETENTA Y CINCO!!!- pero no hubo respuesta y el mozo resignado nos miró y nos dejó pasar. Adentro las lucesitas verdes y rojas se enroscaban en la gente, el rock se había transformado en cuarteto y las ganas de bailar se esfumaron como los humos de la noche, entonces apachurradas en un sillon nos reíamos, viendo esas lucesitas enroscarse y hacer dibujitos en la gente(que no parecían "gente" eran espectros, personajes de la novela nocturna) subiendo, bajando, meneando, y pa delante pa tra, un do tre, ro ro rodrigo carajo!, y nos reímos mucho. Pasaron muchas cosas, pero la cuestión es que salimos corriendo llamandonos Natalia y Carolina Gonzales, por que ya sabrán, a la noche la gente se llama diferente.

compramos chocolate, uno grande, la caminata hasta el quiosco fué complicada, ya que veníamos con "el tanque lleno" y no había bar abierto para "descargar el tanque" así que fue un viaje con las piernas apretadas y tembleques y -"no aguanto, me meo caro, me meo"- nuestro caminar era raro, sin embargo una piba nos tarareó una canción de pasarela, a lo cual respondimos con movimientos pélvicos y burdas burladas y pasitos a lo meri popins y los "simuladores".

En realidad no quería contar nada de esto, queria contar que el amanecer fué explendoroso, la luna parecía un sol, y los barquitos se reflejaban en el dorado canal de beagle, y que los días en Ushuaia estan siendo un espectaculo, es como una venganza, justo cuando se estaba reviendo la posibilidad de IRME, los días se maquillan y brillan como nunca jamas. La cuestión es que en Nuestro Bar estaban pasando a fito paez, discutimos con Caro sobre como habla (esa cosa de nariz tapada y que le falta el aire)y concluimos que si:

Fito escribiera sobre Ushuaia

plagiaría su obra entera

por que en esta puta ciudad

de pobre corazones

ya no queda quien te tire un cable a tierra