La ciudad, me habita Frívola, austral, lejana, lenta, desmotivada
Me recorre, me respira, me desconoce, desconoce,
Me mastica pero no me traga
De pura asquerosa que es, de pura aburrida, de pura
Me niega, nos, los.
Tiene delirios de grandeza, apenas ciudad se siente país
Y No suele adoptar hijos ajenos, de otras madres patrias
Ciudad cárcel, con garrotes de nubes grises
La gente esta presa de su pereza Enferma de ciudad, De su tristeza
De nuestra
Se miran las manos y se tienen pena unos de otros
No se reconocen unos en los otros
Esperan que algo estalle, no saben qué
No sabemos.
Una bomba, un satélite, una burbuja, un grano, una fiesta, un globo
Para poder habitar esta ciudad hay que cumplir requisitos
Hay que tener ciertas condiciones
Hay que tener
Por sobre todo disfraces.
La ciudad tiene dueño, aviones, muchos autos, márgenes, centro, sobran fronteras, frio, drogas, faltan telos, no tiene clubes, ni olas, ni choripan en la costa, ni callejones, ni subtes ni mendigos.
-Su gente reboza de pan, pero no tiene dientes
En esta ciudad parásito se tiene todo el mundo…
Pero no hay palancas
Y nadie conoce a Arquímedes.
Simplemente excelente. Muy bueno, cada vez mejor escribís.
ResponderBorrarLa ciudad nos habita, nos vive.
ResponderBorrarMe cae muy bien que tu poética le escape a ciertos lugares transitados. Vuelvo por más.
Salud!