Cuando peludos gordinflones, flacas pizpiretas, tetonas a lo casan, corbatas mauricianas o primates insensibles te escupen discursos grices, con sabor a caquita de caballo o de vaca, con la confianza de una calculadora, con la sensatez del bolsillo del economista, con la franqueza de un hombre de negocios, con ventaja de tener la ventaja con el orgullo de oler a Europa, con el derecho de la propiedad privada  y les contestas con olor  a choripan, alpargatas en los pies,  banderas en el corazón, girones en la vida, héroes viscos, esperanzas con color a mujer, con alegría de viejita desdentada, con ganas de pibe en la canchita, con voz de canillita, con la certeza de la realidad en los ojos, en las manos, en los pies, con la franqueza de un borracho y el derecho del marginado . Cuando la política se te brinda como único lugar injusto donde podes hacer justicia