fernanditos y ramones con la tia coca

Respondemos preguntas que nadie hace para no preguntar lo que nadie nos contesta, arde la herida si le pones salacidad, se  callea la encía si no dejas de  mover los maxilares, se te nubla la sonrisa si seguimos con ese charro.

Respira un rato el aire con sudor y no me tires las manchitas de culpas con tus escusas, no  puedo limpiar con la lengua todos tus errores, no puedo rascarte las ladillas siempre.

 Mi oráculo es el horóscopo del diario matutino, mi bálsamo, un café y bayaspirinas, nunca tuve mucha elegancia.

Recitan tus ojos cosas que mis oídos no ven a primera lamida, pero tu mirada es como  las brujas, mienten pero dicen lo que queres escuchar. Me conformaba con estornudarte cerca,

¿Qué más se puede hacer cuando das el pecho y te dan la entrepierna?,

 No siempre tengo el mejor coctel para tu paladar, no por siempre me vas a conseguir por dos granos de café y un paquete de yerba. La felicidad no significa reír, no quería la luna cada vez que sonreía, quería una mano cada vez que me perdiera.

 Pero siempre te gustó transpirar con cuerpos distintos, y nunca supe como destacarme de los demás, sin perder la dignidad. Me abrías  la puerta para echarme por la ventana, me querías como al vino con soda, rebajada ,  me querías…  una de cal y otra de arena.