Me inspiraba insoportablemente, cada gesto que hacía era una metáfora, cada caricia era una comparación, cada sutil sonrisa era una imagen que contar, era insoportablemente inspirador, no me explico yo por que, era un texto andante, dejaba marcas de letras por todas partes, y cada vez que se sacudía el melenudo cabello con sus dedos de pianista psicodélico, desparramaba caspa de poesía,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.