Apenas había luz, a pesar de ser las dos de la tarde. Sus medias de un blanco sucio colgaban del calefactor, o calorama como le desía él, parado frente la pared miraba receloso, más bien pensativo, sostenía apenas con los labios el cigarro,ni si quiera lo estaba fumando, se dejaba envolver por el humo.

Desde la barra de la cocina mientras preparaba café lo observaba, tenía los pies colorados del frio,

-Te doy unas chancletas?-

-...-

- El café ya esta listo, ¿no queres unas pantuflas, en serio?-

Sin contestar se acercó y me entregó su pucho y saco de un tarrito de lata un tiza azul, o celeste, tema de discución el color de la tiza.

-No te cuesta nada desirme que no queres, ¿me escuchas? se te enfría el cafe-

Me miró un poco triste otro tanto alegre,nostálgico se podría desir, hizo una mueca, casi como una sonrisa, le respondí la mueca con un mirada de suplicia, la taza con café empezaba a quemarme la mano, y su presencia/ausencia incomodaba el ambiente. Dejé el café en la mesa, apagué el pucho, arrime la mano a una silla buscando apollo, la otra mano la lleve a la cadera. - Si queres me voy,pero desilo-

Sonrió de vuelta, se acerco a la pared con la tiza, celeste o azul, y escribió con letra desorganizada "a mi tambien me duele"

Solte una risa, y escuchamos un rato la tarde, hasta que no quedó más tarde, ni ganas de ambos.

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("a mi tambien me duele" cita del cuento graffity de Julio Cortazar)